lunes, 27 de mayo de 2013

1984, el año en que dibujé para el siglo XXI.

Empecé el año escribiendo y dibujando Juan Moreira para La Voz. En febrero, continué con la vida de Manuel Dorrego, durante unos tres meses. Luego vendría Facundo, larga historieta de más de 200 páginas, siempre publicando una por día. ¡No había tiempo para más trabajos!

 Dibujando en una muestra de la Asociación de Dibujantes en Glew, provincia de Buenos Aires, con Juaro, mi antiguo compañero de estudios en el IDA, que comenzaba su larga trayectoria de excelente caricaturista.

Pero sí para experimentar... Los incesantes y fecundos diálogos con Sergio Mulko, Horacio Merel, Abelardo Bustos, Ramón Gil y tantos integrantes del estudio Géminis, siempre producían nuevas ideas y muchas ganas de hacer cosas nuevas, explorar otros rumbos. Así fue como de una idea de Bustos, salió esta historieta, en la cual él también hizo las letras. No se le escapará al más lerdo que el comic norteamericano estaba influenciándome con bastante fuerza en aquellos tiempos.


Abelardo Bustos, cuando trabajaba en la reaparecida revista Satiricón

Otra historieta que dibujé en los ratos libres, fue esta, con guión propio. Jack Kirby era el modelo al que venía estudiando, no lo niego. Maxisol, Jason Blood y Kamandi no se alejaban mucho de mi mesa de trabajo. Tanto, que su influencia se nota hasta en la última parte del Facundo y en El Chacho, que dibujaría al año siguiente. Alguna vez la presenté en Fierro, pero nunca supe que se haya publicado.





Estas historietas permanecieron inéditas largas décadas, hasta que la inquietud de La Duendes por publicar más material mío me obligó a escarbar entre mis viejos papeles y allí aparecieron. "Nunca es tarde", dicen. El Guerrero Indestructible salió en el especial HP blog 2 de La Duendes en 2011, y Sin Piedad apareció en la revista-libro Zona 2011, creación del guionista y amigo Oenlao y tanbién editada por La Duendes en el mismo año, 2011.

lunes, 20 de mayo de 2013

1983 - Revista Tiras de Cuero - Dalmiro Sáenz

Lenta pero inexorablemetne, Caras y Caretas iba declinando número a número, menos ventas menos páginas... Para compensar, la cercanía de las elecciones hacía surgir muchas nueva publicaciones. Así es como colaboré con todas las que pude, entre ellas Movimiento donde hacía chistes y caricaturas, y Feriado Nacional, donde fui convocado por su director, Martín García y Juan Sasturain, quien se me apareció una mañana por el estudio Géminis con la misión de conseguir mi colaboración.

Géminis en plena jornada de "trabajo": Pancho Camet y Ramón Gil ante el tablero de ajedrez, Massaroli, Mulko, Merel y Gaspar González contemplan azorados.

Entre tantas cosas que hice aquel año, se encuentra esta historieta que Hernán Torre Repiso, antiguo socio de Géminis y ahora visitante frecuente, realizó para una nueva revista: Tiras de Cuero, también de corta vida. La dirigía el conocido intelectual Oscar Steimberg, un conocedor de la Historieta. En el número anterior Hernán había dibujado un guión del escritor Dalmiro Sáenz y ahora le tocaba dibujar el segundo.

 Con Hernán, en la celebración del Día del Dibujante en 2011


Hernán ya no tenía tiempo suficiente, porque trabajaba, firmando como Yacaré,  en el diario Ámbito Financiero (el mismo al que con Rep habíamos caricaturizado como Ámbito Usurero en Caras y Caretas), por lo que me encargó que le hiciera el dibujo a lápiz.  Se publicó  sin mi nombre, como era común en esos tiempos, pero ustedes me creen, ¿verdad? Compartir trabajos era muy común en Géminis, donde el compañerismo, los mates y los bizcochitos nunca faltaban y, cuando llegaba Hernán... ¡hasta sándwiches de milanesa!.

















Deteriorada pero épica foto de un histórico partido de fútbol en la cancha de Quilmes, humoristas contra "serios". Entre otros: Ramón Gil, Torre Repiso, Miguel Rep, Fortín, Ibáñez, Almeida, Basurto, Abajo: Juaro, Tito Spataro, Ferro, Tabaré, Massaroli, Pergament y Albiac.

En octubre,  mi suerte cambió repentinamente, cuando el diario La Voz decidió publicar mi historieta Juan Moreira a razón de una página por día, de modo que tuve que concentrarme de lleno en este arduo pero maravilloso trabajo, donde empecé a surcar los caminos de la historieta histórica y gauchesca, a los que tengo la suerte de haber podido regresar recientemente. Pero esa es otra historia... mejor dicho: ¡otra historieta!

lunes, 13 de mayo de 2013

1982. Caras y Caretas, The Knack, Bananas y más allá...


1982 comenzó bien para mí. Estaba publicando en las revistas humorísticas Operación Ja, Ja y Rico Tipo y la historieta humorística cada vez me atraía más. Habíamos expuesto nuestros dibujos con Peni en un pub de la Avenida Santa Fe, entre ellos, una parodia mía de la Milonga de Jacinto Chiclana. Pasó por ahí don Oscar Bevilacqua, quien ya me había comprado dibujos antes. No tardó en llamarnos para ofrecernos un puesto en una nueva revista a punto de salir: Caras y Caretas, en su cuarta reencarnación. A partir de junio, me dediqué de lleno a ilustrar las páginas de la revista, junto a Peni, Rep, Mannken, y mucho otros colegas y amigos. Ya son bastante conocidas las andanzas de Orquídeo Maidana, el personaje en que derivó la parodia de la milonga de Borges que al fin vio la luz en esta revista, de modo que aquí van historias menos vistas: la parodia de la película  Conan el Bárbaro, que hicimos con Sergio Mulko para Caras y Caretas...




Final de una historieta de Mulko para Caras y Caretas, no publicada. Se verá que aparezco caricaturizado, al igual que Oscar Bevilacqua, Eduardo Lago y el entrañablñe "gordo" Fasulo. Lamentablemente, esto es lo único que queda: una fotocopia deteriorada que me facilitó Bevilacqua hace tiempo. Era muy divertida.

Ya que es tan corta esta historieta, van dos más del mismo año, en que realicé cantidad de trabajos para distintas revistas y editoriales. En la revista The Knack, que publicaba la misma editorial de Caras y CaretasGAM Ediciones, aparecieron estas dos páginas que hicimos junto con Miguel Rep, mi gran compañero de aventuras de aquellos tiempos, junto con Peni.














 Con los humoristas amigos: Rep, de pie, Petisuí y Peni, junto a un compañero de andanzas: Pablo Repetti, en alguno de los innumerables banquetes, asados o reuniones de la época en que la Asociación de Dibujantes tenía una intensa actividad.


Finalmente, los dos episodios que llegué a hacer para la revista Banana, que dirigía Carlos Galanternik, hoy más conocido como Tom lupo, con la adaptación a la historieta del Zaratustra de Federico Nietzche, nunca terminada, ya que la revista sólo duró dos números. Una revista única, muy loca, con notas bien delirantes, todo un desafío a la chatura impuesta por la cultura autoritaria que, por suerte, ya se estaba batiendo en retirada.

Emotivo reecuentro con el director de la mítica revista Banana, Tom Lupo, en la Biblioteca Nacional, 2010, durante la presentación de Valientes, de Hernán Brienza. 








Volviendo a Caras y Caretas, cómo olvidar que allí publicaba las páginas de Orquídeo Maidana, el personaje que me ha dado tantas satisfacciones a través del tiempo! Aquí, una melange de temas del momento, droga, dictadura y gente ominosa, con El Hombre de la Esquina Rosada, en la que no falta el mismo Borges:


Fue un año de historietas cortas pero muchas y muy variadas. Año de caos creativo, podría decir. Disfrutaba cada vez más de la libertad de desarrollar ideas propias a medida que surgían en mi mente como nuevos desafíos que enseguida encontraban un medio donde publicarse. El ambiente de Caras y Caretas, dirigida por Héctor Descalzi y de la cual Bevilacqua fue el asesor artístico durante los primeros números, era ideal para que aquel grupo de jóvenes entusiastas y creadores experimentados como Izquierdo Brown, Fasulo, Bourse Herrera, Canelo, Cilencio, Enrique Pinti, Morhain, Magallanes y muchos más dieran lo mejor de sí. La democracia estaba cerca y esa luz al fin del camino nos iluminaba.

lunes, 6 de mayo de 2013

1981 - El Hombre que Ríe - Petete - Producciones García Ferré

A fines de 1980 las cosas se complicaron. Primero se cortó el trabajo para la editorial Universo, de Italia, para la que mes a mes venía dibujando historietas unitarias, y luego pasó lo mismo con la D. C. Thomson. Para esta última editorial, de Escocia, dibujaba episodios de 3 páginas por semana, pertenecientes a series sobre temas bélicos donde invariablemente los guiones llegados a través de César Spadari, mostraban que los ingleses eran más fuertes, hábiles, valientes y elegantes que sus enemigos alemanes o japoneses, cosa que ya me estaba cansando un poco.







 En mi estudio de Villa Ramallo, 1980, con las páginas que dibujaba para la Thomson.

Fue así como, luego de un azaroso viaje al Brasil con dos amigos (el ahora periodista de espectáculos hollywoodense Gabriel Lerman y el plástico y docente Mario Lessa), en el que gasté mis últimos pesos, reaparecí en Buenos Aires en febrero, dispuesto a buscar trabajo, exactamente como diez años antes, cuando llegué por primera vez en 1971. No era lo mismo, claro: ahora tenía muchos buenos amigos y conocía el terreno.


Recuerdo haber intentado trabajar para el estudio de Carlos Villagrán, donde quedó una página de Mark hecha a lápiz por mí, haber visitado la Asociación de Dibujantes, el IDA y el estudio Géminis con asiduidad, y finalmente, se me ocurre dar una vuelta por mi vieja editorial, García Ferré, de la que nunca me había distanciado del todo, ya que visitaba cada tanto a los muchos amigos que había dejado allí.

 Muchos años después, la alegría de compartir gratos momentos con don Manuel, en uno d elos almuerzos que organizaban sus fieles admiradores

Para mi sorpresa, don Manuel García Ferré ignoró los dibujos humorísticos que le había llevcado y quiso  ver "cosas serias". Poco después, tras echar García un vistazo a mis trabajos para el exterior, ¡salía yo de la editorial con un guión del gran Leonardo Wadel en mis manos!

Comenzó así una segunda etapa con Producciones García Ferré, que se prolongó durante medio año, más o menos, y que me permitió volver a instalarme, esta vez definitivamente, en Buenos Aires. Se trataba de adaptaciones de célebres obras literarias a ser publicadas en la revista Petete. La primera de la serie fue "El Fantasma de Canterville", de Oscar Wilde. Le siguieron El Hombre que Ríe, de Víctor Hugo, El Llamado de la Selva, de Jack London, y La Hija del Capitán, de Alexander Pushkin, siempre escritas por el legendario creador de Vito Nervio.










Lamentablemente, no quedó en mi poder ninguna de estas historietas completa . Se publicaban de a dos páginas por semana, a veces mucho tiempo después de dibujadas. De El Hombre que Ríe conservé la mayor cantidad de páginas y son las que tienen a la vista. Aunque dibujada en 1981, esta historieta salió a la luz entre febrero y marzo de 1983. Las páginas a la vista corresponden a los números 30-35 de Petete, aunque debe haberse comenzado a publicar en el número 28 ó 29. Falta el comienzo. Si más adelante aparecieran las faltantes, las agregaré.


Pasé momentos muy lindos dibujando guiones de un autor que admiraba, en compañía de mis amigos de Géminis, donde al fin me pude asociar, al contar con un ingreso económico si no abundante, al menos de cierta continuidad. No tardaría Sergio Mulko en acercarse a García Ferré, al enterarse, ya que Columba había pasado Nippur a otras manos y también andaba en busca de tabajo. El amigo rionegrino, marplatense por adopción, llegó a dibujar muchas más adaptaciones, luego de que me alejé definitivamente de García Ferré en busca de  nuevos rumbos.

Pero ésa... ¡es otra historieta!